Abogados Especialistas en Redes Sociales

Los perfiles falsos en redes sociales son cada vez más habituales. A menudo vemos cuentas con escasa o nula actividad, imágenes sospechosas (o, incluso, sin foto de perfil) y con muy poca o casi ninguna información personal. Su proliferación es hoy tan habitual como peligrosa, ya que normalmente ocultan intenciones poco legítimas.

En este artículo te vamos a ayudar a identificar a los perfiles falsos en redes sociales y te contamos todo acerca de esta conducta, que en algunos casos puede suponer un delito por los efectos que genera, sobre todo cuando afecta a menores.

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Diferencia entre suplantación de identidad y usurpación en las redes sociales

Debemos comenzar diciendo que, de por sí, crear un perfil falso en una red social no es un delito. La conducta debe ir más allá para poder calificarse como tal, y es justo en este punto donde nos encontramos con dos conceptos clave:

• La suplantación de identidad: por ejemplo, abrir un perfil falso en redes sociales con el fin de hacerse pasar por otra persona, enmascarando la identidad real.
• La usurpación de identidad: cuando la suplantación culmina en la apropiación de la identidad de otra persona y en la realización de acciones haciéndose pasar por ella, utilizando sus datos para extraer algún tipo de beneficio.

Por tanto, aunque con la suplantación es posible que se vulneren derechos de la persona suplantada, no existe usurpación hasta que el delincuente no comienza a actuar en su nombre de forma efectiva.

El acoso en las redes sociales

Muchas personas utilizan las redes sociales de forma pública y se exponen con ello a las opiniones de los demás. Por eso, en primer lugar, conviene saber diferenciar el acoso de una simple crítica. En concreto, hay que comprobar que se cumplen los siguientes puntos:

• Se emiten comentarios ofensivos de manera reiterada en el tiempo.
• Hay una clara voluntad de injuriar o denigrar.
• Se atenta claramente contra la integridad y dignidad de la víctima.

En definitiva, se produce una alteración grave de la vida cotidiana de la víctima que va más allá de una simple molestia. Y esta alteración puede materializarse de tres formas diferentes:

• Ciberacoso: en su sentido más estricto, se trata de acoso entre adultos.
• Ciberacoso sexual: se caracteriza por el contenido sexual de los comentarios emitidos por parte del acosador.
• Ciberbullying: son las conductas de acoso que se dan entre menores de edad.

En todos estos casos, las penas de prisión oscilan entre los tres meses y los dos años, o multas de seis meses a dos años. Ahora bien, hay dos supuestos que pueden agravar estas condenas, y son los siguientes:

• Que la víctima sea especialmente vulnerable: ya sea por razones de edad, situación o enfermedad, aquí las penas serán de entre seis meses y dos años de cárcel.
• Que el acosador y la víctima tengan una relación sentimental: o bien que los mensajes de acoso se dirijan a los hijos, a los padres o a otros familiares de la víctima. En todos estos casos, las penas son prisión durante uno a dos años o trabajos a la comunidad durante 60 a 120 días.

Cómo denunciar un falso perfil

La mayoría de las redes sociales más importantes de nuestro país, como Facebook, Twitter, Instagram o LinkedIn, cuentan con sus propias secciones de ayuda para denunciar o reportar perfiles falsos. El paso que más probablemente darán, si se verifica la falsedad del perfil denunciado, será su eliminación. Por su parte, un despacho de abogados especialista en esta clase de delitos te ayudará a saber si es viable la identificación del delincuente.

Los riesgos para los menores

¿Sabías que aproximadamente el 5 % de los usuarios de Twitter y Facebook son perfiles potencialmente falsos? Ambas empresas cuentan, juntas, con más de 150 millones de usuarios que en realidad no existen. Teniendo en cuenta que esto también ocurre en otras redes sociales que son más utilizadas por los menores (por ejemplo, Instagram y TikTok), estamos ante un grave riesgo para su seguridad en la red.

Y es que, según alertan desde Unicef, el 98,5 % de los adolescentes está presente en alguna red social. De todos ellos, el 10 % asegura que ha recibido alguna propuesta sexual, y el 42 %, algún mensaje erótico o sexual.

Además, la Fundación FAD Juventud sostiene que, desde que comenzó la pandemia, los casos de peticiones de contenido sexual por parte de adultos a niños y adolescentes han aumentado un 63 %.

Conclusiones

• Aunque los perfiles falsos en redes sociales no son, por sí mismos, delictivos, sí lo pueden ser las acciones y las intenciones que esconden quiénes los crean.
• En este contexto, hay dos conceptos jurídicos que hay que diferenciar: la suplantación de la identidad y la usurpación de la identidad. Ambas consisten en hacerse pasar por una persona que no se es, con la diferencia de que la usurpación implica llevar a cabo alguna acción en nombre de la persona suplantada con una intención concreta.
• En cualquier caso, esta clase de comportamientos en las redes sociales son un riesgo para la seguridad de todos en general, y la de los menores en particular. Por eso, se condenan en el Código Penal con penas de prisión que van desde los tres meses a los dos años, en función de las circunstancias.