Abogados Delitos Informáticos

Internet es un entorno útil repleto de información y herramientas que facilitan nuestro día a día, pero también puede convertirse en un lugar peligroso si los ciberdelincuentes y estafadores hacen acto de presencia en la red.

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Según los datos del Observatorio Español de Delitos Informáticos (OEDI), en el 2021 se produjeron un total de 305 477 ciberdelitos. Se trata de una cifra muy alta que confirma el continuo crecimiento que estos delitos están experimentado en los últimos años:

• 2020: 287 963 ciberdelitos.
• 2019: 218 302 ciberdelitos.
• 2018: 110 613 ciberdelitos.
• 2017: 81 307 ciberdelitos.
• 2016: 66 586 ciberdelitos.

¿A qué se debe esta tendencia creciente? Sin duda, al mayor uso que cada vez hacemos de los dispositivos móviles, las redes sociales e Internet en general.

Para tratar de arrojar un poco de luz sobre esta cuestión, a continuación analizamos cuáles son los ciberdelitos más comunes, sus consecuencias más importantes y cómo se deben denunciar y prevenir.

¿Cuáles son los delitos informáticos más comunes?

Empecemos por el principio: un ciberdelito o delito informático es un delito penal que implica el uso de un ordenador o una red informática para cometer actividades delictivas a través de Internet.

Son varias las formas de delitos informáticos que se cometen hoy en día. Estas son las más comunes:

• Estafas de phishing: uno de los ciberdelitos más frecuentes es el phishing, que consiste en la suplantación de identidad de un individuo o una organización con buena reputación con el fin de engañar a la víctima para que revele información confidencial o personal. Se suele llevar a cabo a través del correo electrónico y su principal objetivo es obtener algún beneficio económico.
• Acoso: los acosadores cibernéticos utilizan medios digitales como las redes sociales y el correo electrónico para acechar y acosar a sus víctimas. Este tipo de acoso puede incluir calumnias, amenazas, acusaciones falsas y cualquier otra forma de comportamiento que avergüenza o ataca la dignidad de una persona.
• Malware: hay muchos tipos de software maliciosos, como spyware, troyanos o gusanos, pero todos tienen un objetivo común, que es el de comprometer una red para robar información confidencial.
• Hackeo malicioso: su fin es acceder sin autorización a la red o el dispositivo de una persona o una entidad.
• Ransomware: consiste en instalar un software malicioso en el sistema de la víctima que retiene información importante (apagando el dispositivo/ordenador o encriptando los archivos), para luego liberarla si la víctima paga un rescate previamente acordado.

¿Qué consecuencias tienen los delitos informáticos?

Hace algunos años, los delitos informáticos eran una preocupación exclusiva de las organizaciones más grandes. Sin embargo, hoy todos estamos en riesgo. Desde un pequeño negocio a un particular, cualquiera puede sufrir las consecuencias de ser víctima de un ciberdelito:

• Interrupción del servicio: los ataques cibernéticos pueden causar interrupciones significativas en las operaciones diarias de una empresa. Y esto puede provocar no solo la pérdida de ingresos, sino también un posible daño en la reputación de la marca.
• Pérdidas económicas: son frecuentes las pérdidas personales como resultado de un ataque cibernético. Por ejemplo, una persona es muy posible que pierda dinero si le roban la información de su tarjeta de crédito.
• Propiedad intelectual violada: algunos ataques cibernéticos intentan robar o infringir la propiedad intelectual de una empresa. ¿Cómo? Una forma de hacerlo es dirigiendo sus ataques a las organizaciones que almacenan la información relacionada con su propiedad intelectual en la nube.
• Aumento de los costes: precisamente para conseguir una mayor protección frente a los ciberdelitos más comunes se hace necesaria una inversión en tecnología y personal de ciberseguridad, primas de seguro, abogados y demás expertos, entre otros.

¿Cómo se deben denunciar los delitos informáticos?

Según la Ley de Enjuiciamiento Criminal, en sus artículos 265 y 266, debes denunciar en persona (tú o tu abogado especialista en delitos informáticos) si has sido testigo o víctima de un delito de este tipo. Para ello, puedes acudir a un juzgado, a la Guardia Civil o la Policía Nacional.

Es cierto que en muchos casos no es posible encontrar a los ciberdelincuentes culpables del delito. No obstante, denunciar ayudará a que las autoridades competentes obtengan mayor información sobre la dimensión del problema que has sufrido. Un problema que, muy probablemente, afecte a muchas otras personas.

¿Cómo prevenir los delitos informáticos?

Estos son algunos consejos útiles y sencillos que te permitirán proteger tus dispositivos y datos personales contra los delitos cibernéticos:

• Emplear contraseñas seguras: asegúrate de utilizar contraseñas que combinen letras minúsculas, mayúsculas, caracteres especiales y números o decántate por un administrador de contraseñas que las genere al azar.
• Mantener el software y el sistema operativo actualizados: así, te aseguras de que tus dispositivos se beneficien de los últimos parches de seguridad de los fabricantes.
• No abrir archivos adjuntos en correos electrónicos no deseados: los archivos adjuntos son la trampa más comúnmente empleada por los ciberdelincuentes para atacar a sus víctimas.

No proporcionar información personal a menos que sea seguro: bajo ningún concepto compartas tus datos personales a través de un correo electrónico o una llamada telefónica, a menos que tengas la completa seguridad de que es seguro hacerlo.

Conclusiones

• Los delitos cibernéticos ya no son un problema solo para las grandes corporaciones, sino que pymes e individuos están también hoy en riesgo.
• Phishing, malware, acoso, hackeos o ransomware son algunas de las formas que más habitualmente adoptan este tipo de delitos, que tienen gravísimas consecuencias tanto económicas como reputacionales.
• Por esa razón, es importante que todos sepamos cómo protegernos frente a las ciberamenazas y también que conozcamos las vías para denunciar que actualmente existen, que serán mucho más fáciles de seguir si se cuenta con ayuda especializada.