Nuestro equipo está especializado en la resolución de herencias conflictivas que pasan por la impugnación del testamento
Impugnar el testamento es un proceso complicado que puede alargarse en el tiempo si no cuenta con un bufete especialista de abogados de herencias. Le ayudamos a minimizar el desgaste psicológico y económico que supone la impugnación de un testamento, y a conseguir una sentencia estimatoria a su favor.
En Allende Abogados llevamos casos de impugnaciones de testamentos en toda España
Los motivos para la impugnación de un testamento son variados y los veremos a continuación. Entre otros podemos destacar: impugnar el testamento por demencia senil o alzhéimer, por incapacidad judicial o por no respetar la herencia legítima.
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Impugnación de testamentos
La garantía de un gran despacho
Si está en la tesitura de iniciar el proceso de impugnación de testamento, a continuación, le detallamos los aspectos más relevantes que a tener en cuenta.
Aunque el documento sea redactado por un abogado, firmado y anotado en el Registro de Últimas Voluntades por el notario, este es impugnable.
Así que la respuesta es sí, se puede rebatir un testamento siempre y cuando se den unas circunstancias determinadas.
Los motivos pueden ser variados. Desde no estar conforme con lo que otorga el documento como legatario o bien creas que existe un error en la forma del mismo. Otro motivo es que seas heredero forzoso y el testador no te reconozca como tal.
A lo largo del artículo se irá desgranando la información más importante que debes conocer desde las personas que tienen potestad para ello, como los plazos o motivos.
Nuestro Código Civil recoge varios tipos de testamento. Debido a la forma de redactar dicho documento nos podemos encontrar que unos modelos tienen mayor posibilidad de ser impugnados que otros. Ya sea por error de forma o de contenido. Los tipos más usuales y los motivos más comunes por los que contar con un abogado para la impugnación del testamento son:
Su susceptibilidad para una posible demanda es menor, ya que el propio fedatario (o bien si has contratado un abogado que te asesore en el contenido de forma previa) te orientará para que se cumpla todos los requisitos y así evitar su impugnación.
Aunque este tipo de documentos deja poco margen a error, impugnar un testamento hecho ante notario es posible acogiéndose a que el testador no se encontraba en las capacidades mentales para considerarlo legal, no se incluya a algún heredero forzoso o exista coacción.
En dicho caso, a no ser que el testador tenga amplios conocimientos sobre herencias y sucesiones suele desembocar en una impugnación de testamento por no respetar la legítima. Es decir, no realizar el reparto como estable nuestra ley en materia de herencias.
En este caso, además de impugnar testamento por legítima, existe el riesgo de que pueda iniciarse el proceso por errores de forma o bien no se encuentre en el tiempo que se establece y ya de por sí no tenga validez alguna.
Impugnar el testamento notarial en este caso tiene más posibilidades, ya que la labor del notario es de forma exclusiva la custodia y entrega del documento a sus herederos llegado el momento. Por tanto, puede ser impugnado por:
Realizar un testamento notarial no exime de la posibilidad de que se deje a un heredero fuera del mismo, puede que el notario no tenga conocimiento de su existencia.
Es un derecho que tienes como heredero, en el cual haces ver tu disconformidad con el contenido. Puedes acogerte a él en el caso de que veas que no se ha respetado el reparto de bienes según ley (impugnar testamento por herencia legítima) o por otros motivos como manipulación, coacción o incapacidad del testador.
Esto supone proceder a un proceso judicial contra del resto de personas beneficiadas en el documento. Para ello debes contar con un abogado y procurador.
¿Es lo mismo impugnar que revocar?
Existe una definición que puede confundirle y es revocar un testamento. Este término es diferente a la impugnación de un testamento, ya que se realiza por el propio testador y consiste en hacer modificaciones al documento que se encontraba ya otorgado. Cambiar un reparto por otro.
Impugnar un testamento es un proceso largo que supone gran desgaste en los interesados. Por lo cual es más que aconsejable que se cuente con un abogado para la impugnación de testamento que le guie y analice las posibilidades de que el proceso judicial termine en una sentencia positiva para usted.
A continuación, vamos a ver los motivos por los cuales iniciar una demanda de impugnación de testamento.
Uno de los grandes beneficios de hacer un testamento abierto es que el propio notario se asegura de que no existen errores en la forma del documento o que la persona que lo firma se encuentra en un estado de salud que no perjudica a su juicio.
Por ello es muy poco habitual las solicitudes de impugnación de un testamento hecho ante notario, al igual que ocurre con la impugnación de una herencia aceptada.
Aun así, hay que conocer que el notario da fe de que la persona que firma el reparto está en pleno juicio y lo hace de forma libre. Lo que no quiere decir que eso sea verdad porque no tiene recursos para cerciorarse de que se cumple al 100 %.
Si existen pruebas médicas, testigos o cualquier otro método que justifique que el testador no estaba en pleno uso de sus facultades o resulta coaccionado, podrá iniciarse el proceso de impugnación de testamento notarial.
Nuestra ley establece una serie de herederos forzosos y los porcentajes que le pertenecen a cada uno de ellos de la partición. Por lo cual, no cumplir con esta premisa da lugar a impugnar el testamento por no respetar la legítima.
Los casos más habituales que se suelen dar son los siguientes:
Una de las condiciones importantes que recoge nuestro Código Civil para que una persona pueda redactar el reparto de sus bienes, es encontrarse en plena facultades mentales. Vemos que incapacitar a una persona mayor no es un tema baladí. Las razones más comunes para impugnar testamento por causas imputables de forma directa al testador son:
Para ello se deberá de contar con pruebas médicas y periciales donde quede demostrado que, en el momento de otorgarse el documento, el testador tenía mermada sus capacidades mentales.
Hay que tener en cuenta que en el caso de un testamento notarial el propio notario da fe de que existen la facultad para poder testar. Por lo ello, en estos casos en los cuales aparece una enfermedad cuya evolución natural desemboca en una incapacidad para el testador, es necesario contar con informes que demuestren en qué estado se encontraba el fallecido en el momento de la firma.
Puede darse de forma más o menos común que, aunque la persona está en pleno uso de sus capacidades mentales, no otorga el testamento de manera libre porque lo realiza bajo coacción o manipulación.
Ambas situaciones son complicadas de detectar por el notario en el momento de la firma. Pero sus familiares más directos si las pueden comprobar y demostrar.
Este caso se da en personas mayores que, aunque tienen juicio, necesitan ayuda para algunas tareas o se encuentran solas. Puede suceder que la persona que la cuida, ya sea familiar o no, ejerce una sutil manipulación para que en testamento se beneficie sobre los demás.
Con la acción recurrente se puede lograr que el testador sea influenciado y cambie la disposición de sus propiedades, porque llega a creer incluso que es lo justo.
Para conseguir impugnar un testamento por manipulación ha de existir pruebas como posibles grabaciones, donde se compruebe que el cuidador desea hacer cambiar de idea al afectado de forma intencionada.
En este caso el testador tiene la conciencia de que no está realizando un reparto equitativo o justo de cara al resto de herederos forzosos, pero es presionado con amenazas por un familiar o allegado para que lo incluya o beneficie sobre los demás.
Desde que el testador fallece hay un tiempo de 15 años. En el caso de que la lectura de la herencia no fuere de forma inmediata después de su deceso, se contará desde que recibas la copia del documento.
Este segundo plazo se puede dar en casos del testamento ológrafo que tiene validez hasta 5 años después de la defunción del testador.
De todas formas, hay un punto importante que a tener en cuenta. Y es que, no cabrá posibilidad de impugnación del testamento si se ha aceptado parte de la herencia que en él se refleja.
Es decir, no se puede hacer uso de los bienes y con el tiempo iniciar el proceso de impugnación. Incluso estando en plazo legal de demanda.
La ley establece una serie de herederos legitimarios con capacidad para iniciar el trámite de impugnación de un testamento. Ya estén en él recogidos o no.
Estos herederos forzosos son:
Además, debes tener presente que no es causa de impugnación de testamento el pensar que es injusto por razones sobrevenidas. Aunque dispongas del derecho de promover la demanda no debe iniciarse si no hay motivos probados y documentados para garantizar un mínimo de posibilidades de ganar el juicio.
Junto con los herederos forzosos, el proceso de impugnación de un testamento podrá ser iniciado también por el albacea o por cualquier persona que aparezca en el reparto. Incluso por todo aquel que en el documento original (en caso de revocación) esté reflejado como beneficiario.
Cada uno de los grupos de herederos forzosos tiene un porcentaje con respecto a la herencia que de forma amplia podemos detallar como:
Dependiendo de cada familia y caso se debe valorar y estudiar si es posible iniciar el proceso de impugnación porque es variable según circunstancia personal.
Según hemos expuesto en los puntos anteriores, impugnar un testamento es una ardua tarea que supone un gran desgaste a todos los niveles para los afectados.
Como en muchos otros casos judiciales, el coste de impugnar un testamento irá en relación con la dificultad de la demanda de impugnación de testamento.
Lo complicado del asunto vendrá determinado por:
Con respecto al modelo de documento nos encontramos una mayor dificultad para impugnar un testamento hecho ante notario. Ya que, el propio notario se asegura de que esté redactado en forma, analiza las aptitudes del testador y comprueba su capacidad de obrar y asesora para evitar una impugnación de testamento por no respetar la legítima.
En caso contrario, el testamento ológrafo es el más susceptible a que algún heredero decida impugnar testamento por legítima o por errores de forma.
La dificultad del proceso (y por consecuencia, el coste) también depende del motivo por el cual se desea iniciar con el pleito judicial.
Es más fácil demostrar una impugnación de testamento por no respetar la legítima o por la existencia de donaciones inoficiosas en el pasado, que probar la firma bajo coacción o manipulación.
El costo de impugnar un testamento depende de la dificultad de la demanda de impugnación, de cómo se desarrolle el juicio y las peritaciones o pruebas que sean necesarias.
Una vez estudiado el caso por un abogado especializado en familia y sucesiones e iniciado el proceso, el juez puede decidir:
En este supuesto el magistrado determina que el documento no incumple ningún requisito esencial ni en forma ni de legítima.
El testador puede dejar estipulado que la persona que inicie la impugnación de testamento reciba de modo exclusivo la parte que le corresponde por legítima. Por lo cual deberás sopesar esta posibilidad y ver si te beneficiaría o no iniciar los trámites para impugnar el testamento.
Otra consecuencia sobrevenida de que en un juzgado sentencie la validez del documento, es que puede estipular que la persona que lo ha promovido incurra en costas. Por lo cual, deberás pagar todos los gastos producidos por el juicio (incluyendo las costas de los abogados de la parte contraria).
En este caso, solo se considera nula parte de lo dispuesto en el documento. Para distribuir esa sección se procederá al reparto que se estipula según la legislación vigente.
Aunque la sentencia sea intermedia, también se puede condenar en costas a la persona que promueve la impugnación del testamento.
Aquí el juez determina que el documento es nulo por completo. Con esta decisión el reparto de los bienes y derechos será según establezca la ley a no ser que entre los herederos se consiga un acuerdo.
Es posible que una vez iniciada la demanda de impugnación de testamento los herederos lleguen a una conformidad de reparto previo al juicio. Por lo tanto, el proceso se paralizaría (y las costas serian menores). No obstante, lo más habitual una vez iniciado el recurso judicial es acabar con la sentencia del juez.
Tanto si eres el testador o bien la persona afectada que promueve la oposición al documento, debes conocer ciertos aspectos importantes:
Para un abogado especializado en derecho de familia y herencias el impugnar un testamento es todo un reto. Tanto por los entresijos legales que presenta como por la dificultad añadida de demostrar en determinados casos la causa de iniciar la impugnación de testamento.