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Definición, naturaleza y principios del Derecho Penal

El Derecho Penal es una rama del Derecho con unas normas y capacidades muy concretas, que hay que conocer en profundidad para ejercer con garantías la defensa o la acusación en procesos judiciales de esta índole.

¿Qué se entiende por Derecho Penal?

En líneas generales, podemos definir el Derecho Penal como el conjunto de leyes que regulan la capacidad punitiva del Estado. Es decir, su poder de castigo hacia aquellas personas que incumplen alguno de los preceptos legales aceptados. Asimismo, el Derecho Penal define y distingue los que se consideran los delitos más peligrosos de los más leves.

Entonces, ¿qué delitos contempla el Derecho Penal? Básicamente, aquellos que perturban la convivencia o las normas de conducta. Por ejemplo, en el Código Penal se regulan los delitos sexuales a partir del Artículo 178.

¿Cuáles son los objetivos del Derecho Penal?

En primer lugar, destaca sobre todas las demás la finalidad de alejar de la sociedad, durante un tiempo limitado, a aquellas personas que con sus acciones violentan la normal convivencia.

Existen, en este sentido, dos posibilidades: que se considere al sujeto incapaz de vivir acorde a las reglas o, si es capaz de hacerlo, que se le proporcionen las posibilidades de rehabilitación idóneas para conseguirlo.

Aparte, el Derecho Penal se encarga de:

  • Crear y estudiar las leyes penales.
  • Determinar qué es y qué no es un delito punible.
  • Orientar las decisiones judiciales que se toman sobre esta materia.
  • Definir y gestionar los mecanismos de protección de la sociedad.
  • Evidenciar la filosofía y el sentido que tienen los castigos y la reclusión.

Los abogados especializados en Derecho Penal deben, en consecuencia, conocer y dominar todas estas áreas de trabajo o funciones que se les presuponen.

El origen y la naturaleza del Derecho Penal

El Derecho Penal existe desde que existe la vida en sociedad. En Europa, por ejemplo, el Derecho Romano o las leyes inquisitoriales de la Iglesia Católica pueden considerarse los precedentes del Derecho Penal. Aunque, desde luego, es profunda la transformación de las normas que se ha producido desde entonces hasta nuestros días.

Resulta interesante analizar la naturaleza autónoma y accesoria del Derecho Penal. Es bien sabido por los abogados que este no puede entenderse de forma separada al resto de áreas del ordenamiento jurídico. Ahora bien, tampoco podemos negar que, al disponer de normas y sanciones propias, el Derecho Penal también ha de considerarse autónomo.

Veámoslo más claramente con un ejemplo: aunque se castiga penalmente a quien conduce a más de 60 km/h por encima de la velocidad permitida, esta última viene regulada por el Derecho Administrativo. Concretamente, es el Reglamento General de Circulación el que sirve para determinar si el comportamiento es o no legal.

¿Qué principios rigen la actuación en el ámbito del Derecho Penal?

Existen una serie de principios que caracterizan a cualquier acción que se ejerce en el marco del Derecho Penal. El trabajo de los jueces y de los abogados penalistas se somete, por tanto, a los siguientes principios básicos:

La presunción de inocencia

Es el principio del Derecho Penal más conocido, el que sostiene que cualquier ciudadano debe considerarse inocente hasta que se demuestre de manera fehaciente su culpabilidad. Especial mención merecen en este punto las medidas cautelares, que en ningún caso pueden imponerse como un castigo.

La igualdad ante la ley

También esta característica del Derecho Penal es fundamental para la sociedad, pues está estrechamente vinculada al Estado de Derecho. Quiere decir que todos los crímenes que cometen los ciudadanos han de juzgarse y castigarse con el mismo baremo.

La proporcionalidad de las penas

Tanto a la hora de definir las leyes como cuando estas se aplican, los jueces han de adecuarse al principio de proporcionalidad entre la conducta delictiva y el castigo impuesto.

La legalidad

Hablamos, más concretamente, de tres principios en uno. Así, se contempla la legalidad en estas cuatro facetas:

  • Criminal.
  • Penal.
  • Procesal.
  • En la ejecución.

En resumen, nos referimos a la necesidad de que el Estado, en su labor punitiva, no cometa a su vez un delito contra el sujeto durante el proceso penal.

El respeto al proceso judicial

Los expertos en Derecho Penal han de contar también con amplios conocimientos en relación con las normas del Derecho Procesal. ¿La razón? Se tienen que respetar en todo momento los derechos de los acusados, que son, fundamentalmente:

  • Tener oportunidad de defensa.
  • Aportar su versión sobre los hechos.
  • Someterse a un juicio individual por cada delito imputado.

En definitiva, nos encontramos ante un área del Derecho con unas características muy concretas.

Si necesita contar con abogados para Derecho Penal, no dude en recurrir únicamente a especialistas. Sobre todo, por la dimensión y la gravedad de los efectos jurídicos que pueden derivarse de estos procedimientos.