Las fuentes del Derecho Penal y su relación con otras áreas del Derecho

• El Derecho Penal objetivo: hablamos de la faceta normativa, del ordenamiento jurídico por el cual la sociedad se rige y evalúa. Los objetivos en este caso son encuadrar y clasificar los diferentes delitos penales y asociar a ellos una determinada pena, en función de su gravedad.
• El Derecho Penal subjetivo: es la capacidad del Estado de crear y aplicar las normas que rigen el Derecho Penal, siempre con el objetivo de intentar garantizar el bien común y la convivencia pacífica.

Tenemos, por lo tanto, una doble vertiente en el Derecho Penal: la creación de la norma y su aplicación y correcto cumplimiento. De todo ello se hacen cargo los jueces y abogados penalistas.

Para entender bien cómo funciona y cómo se aplica el Derecho Penal en nuestro país, creemos que resulta fundamental conocer cómo este se nutre. Sobre todo, porque existe a este respecto una importante diferencia en relación con las fuentes del Derecho en general.

Cuando hacemos referencia al profundo conocimiento de las leyes que tienen nuestros profesionales, no lo decimos por decir. El resto de áreas del Derecho (básicamente, el Derecho Civil) tienen como fuentes de su ordenamiento jurídico la ley, los principios generales del Derecho y la costumbre.

Sin embargo, en el ámbito del Derecho Penal la ley se encuentra en el centro, dejando en un plano accesorio al resto de elementos. Esto no quiere decir que no existan otras fuentes del Derecho Penal, aunque en este caso su influencia es mínima. Estas fuentes son:

• El entendimiento social: sirve para interpretar las que se conocen como leyes penales en blanco. Son aquellas que contienen supuestos que varían según el momento y el contexto. Sería algo muy cercano a la costumbre. Nos referimos, por ejemplo, al honor o a la intimidad.
• La jurisprudencia: estamos ante una clara fuente del Derecho Penal, que complementa a la ley propiamente dicha. En algunos supuestos, incluso, la jurisprudencia termina convirtiéndose en legislación, como ha ocurrido, por ejemplo, con el concepto de delito continuado.

Estas son, en concreto, las áreas que lo componen:

• Material: trabaja el conjunto de normas y leyes que definen cada uno de los delitos.
• Procesal: adquiere un carácter más dinámico, ya que se ocupa de comprobar la comisión y la identificación del delito y de la elección de las penas.
• Ejecutivo: como su nombre indica, ejecuta la pena que se ha determinado con carácter previo y vela por que se cumpla debidamente.

Todas estas ramas del Derecho Penal son las que dan forma a esta área tan compleja, y a la vez tan importante, del Derecho.

En un Bufete penalista es fundamental un conocimiento multidisciplinar, los letrados también han de conocer cómo funcionan otras áreas del Derecho con las que a menudo se relacionan. Por ejemplo:

• Constitucional: la Constitución marca las bases y los límites del Derecho Penal.
• Civil: muchas de las figuras o conceptos a los que hace referencia el Código Penal se encuentran definidas y reguladas previamente en el Código Civil.
• Administrativo: en ocasiones, el Derecho Penal entra en colisión con la Administración Pública.

En este contexto, para recibir el mejor asesoramiento lo conveniente es confiar en los verdaderos expertos.