¿Qué tipos de negligencias existen en el embarazo?
Mientras dura el embarazo, las principales negligencias médicas con las que nos podemos encontrar son las siguientes:
- Retraso o error en el diagnóstico de un embarazo ectópico: estos embarazos no son viables. Por eso, si no se conocen con la suficiente antelación, las consecuencias para la madre pueden ser graves.
- Error en el cribado de Síndrome de Down: hay veces en las que las exploraciones no se realizan correctamente o no se llevan a cabo las pruebas adicionales necesarias para confirmar o descartar la existencia de este síndrome.
- Errores en la ecografía de diagnóstico prenatal: esta prueba se efectúa en la semana veinte del embarazo y muestra las posibles malformaciones fetales.
- Problemas en la amniocentesis: entre las semanas 15 y 20 de la gestación tiene lugar esta prueba, más invasiva, que no está exenta de riesgos. No es muy común, pero pueden producirse errores durante su realización.
- Retraso o error al diagnosticar una patología de la madre: no detectar a tiempo que la gestante padece una enfermedad que puede influir en el embarazo es también una negligencia.
¿Cuáles son las negligencias médicas en el parto?
Inevitablemente vinculadas al embarazo están las negligencias en el parto, que pueden igualmente acarrear fatales consecuencias para ambos, madre y bebé. Vemos las más importantes de todas ellas, por separado:
Negligencias médicas que afectan a la madre
- Hemorragias o desgarros: se suelen producir por la falta de pericia del médico en el manejo de los fórceps o ventosas obstétricas.
- Incontinencia: la conocida como incontinencia de esfuerzo no es infrecuente. Pero, si sus efectos se alargan en el tiempo, podríamos estar hablando de una negligencia médica en el parto.
- Episiotomía: se trata de una incisión que se realiza para evitar un desgarro durante el parto, que solo debe hacerse en casos completamente justificados.
- Neuralgia del pudendo: si el obstetra lleva a cabo una deficiente asistencia cabe la posibilidad de que aparezcan lesiones en el nervio pudendo.
Negligencias médicas que afectan al bebé
- Distrofia de hombros: ocurre cuando la mujer da a luz mediante parto vaginal, existiendo una previamente identificable desproporción pélvico-cefálica. En estas situaciones es imperativo programar una cesárea.
- Lesiones por emplear incorrectamente el material obstétrico: no solo a la madre le puede afectar el mal uso de los fórceps o la ventosa.
- Parálisis cerebral por sufrimiento fetal: sucede cuando un déficit de oxígeno afecta al bebé, normalmente por culpa de hemorragias, compresión o vueltas del cordón umbilical, rotura uterina o desprendimiento de placenta prematuro.
Los estrictos protocolos de la SEGO
La Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia (SEGO) ha creado, precisamente para reducir al máximo las negligencias en el embarazo y en el parto, una serie de protocolos a los que los profesionales han de prestar una especial atención.
En estos tratamientos médicos, casi todas las situaciones están previstas. Y la gran mayoría de hospitales españoles, tanto públicos como privados, se ciñen a estos protocolos de actuación de la SEGO. Por eso, cuando se sospecha que ha podido existir una negligencia médica en el embarazo o en el parto, lo que hay que hacer es acudir al protocolo que corresponda, para comprobar si la actuación se ha adecuado a lo que establece.
Pruebas prenatales
Una parte fundamental de lo que protocoliza la SEGO son las pruebas prenatales, que sirven para identificar anomalías genéticas.
Si nos centramos en las pruebas prenatales no invasivas, tenemos:
- Cribado bioquímico o test triple screening: a través de un análisis de sangre se puede saber si el bebé padece algún síndrome, como el de Down o el de Edwards.
- Ecografía morfológica de la semana número 20: sirve para estudiar la morfología del bebé en busca de alteraciones en sus órganos internos o en su anatomía.
Y estas son las principales pruebas prenatales invasivas, que se prescriben únicamente en algunos casos:
- Amniocentesis: consiste en la extracción de líquido amniótico para hacer exámenes inmunológicos, microbiológicos, citogenéticos y bioquímicos.
- Muestra de vellosidades coriónicas: entre las semanas 10 y 12 de gestación se extrae una muestra de la placenta para comprobar si existen problemas genéticos en el feto.
Ya hemos visto que la no realización o la mala praxis a la hora de obtener un diagnóstico de estas pruebas puede ser constitutivo de una negligencia médica en el embarazo.
Por otra parte, debe respetarse siempre el derecho de la madre a estar informada. Esto es especialmente importante en casos de gravedad extrema, en los que la ley le otorga la cobertura jurídica necesaria para interrumpir el embarazo si así lo desea.
¿Cómo reclamar una negligencia médica?
Si se identifica con alguna de las situaciones que hasta ahora hemos detallado, sepa que tiene derecho a reclamar. Este es el procedimiento en caso de negligencia médica en el embarazo o en el parto:
- Solicitar la historia clínica.
- Recopilar todas las pruebas que se hayan realizado.
- Guardar cualquier parte de baja médica.
- Conservar las recetas y los recibos de la farmacia.
- Plasmar en un documento el resumen detallado de los hechos, con fechas, decisiones médicas y tratamientos.
- Elevar el documento redactado a escritura pública (firmarlo ante notario).
- Tratar de llegar a un acuerdo extrajudicial con el centro o el profesional médico.
- Si no hay acuerdo, interponer la demanda judicial.
Consulte los plazos para reclamar una negligencia médica durante el embarazo.
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